Club de Lectura Mastodóntica, edición número 73
Hola a todos, bienvenidos a laseptuagésimotercera edición de nuestro Club, para la cual nos habíamos propuesto leer los cuentos de Isaac Asimov
- "Intuición femenina"
- "Satisfacción garantizada"
Como siempre y a sabiendas de que no me darán bola, les pido que usen la etiqueta #LecturaMastodontica para que no se pierdan los toots.
Sean todos bienvenidos.
Ya hemos leído antes a Isaac Asimov, es uno de los grandes maestros de la ciencia ficción, y uno de los autores más conocidos fuera del género.
Sus escritos se caracterizan por un estilo analítico y una prosa sencilla. Las tramas de sus cuentos y novelas son fuertemente intelectuales, en la tradición de Julio Verne y Arthur Conan Doyle, sus héroes no son personas excepcionalmente fuertes o hábiles, sino muy inteligentes.
Es un escritor muy prolífico que sobre el final de su vida ordenó buena parte de su producción en una especie de "historia del futuro", que cronológicamente comienza con "El fin de la Eternidad", sigue con los cuentos de robots (de los cuales leímos dos esta semana), luego con las de los espaciales, las del Imperio Galáctico y las saga de la Fundación.
Entre los personajes inolvidables de Asimov se cuenta Susan Calvin, protagonista de los cuentos que leímos esta semana.
Es una versión femenina de Sherlock Holmes, que hoy podemos asociar a Dr. House. Susan es una mujer inteligente e introvertida, que se caracteriza por su mordacidad y su misantropía.
Actúa con desprecio hacia la mayoría de los seres humanos individuales, pero con responsabilidad hacia la humanidad. En su soledad, encuentra refugio en los robots, seres a los que considera mucho más auténticos, honestos y transparentes, que las personas.
Los robots de Asimov son máquinas construidas por ingenieros para cumplir una función.
Si bien tienen inteligencia y consciencia, estas están edificadas en torno de los principios rectores dados por su fabricación, las famosas "tres leyes de la robótica"
1. Un robot no puede dañar a un ser humano o permitir por inacción que un ser humano sea dañado.
2. Un robot no puede desobedecer una orden dada por un ser humano, siempre que no entre en conflicto con la primera ley.
3. Un robot debe proteger su propia existencia, siempre que esto no entre en conflicto con la primera y segunda ley.
Las historias de robots giran en torno a cómo estas tres leyes dan forma comportamiento de los robots, y como las personas fallamos una y otra vez al humanizarlos
A pesar de las limitaciones impuestas por las tres leyes, los robots de Asimov resultan ser seres dignos que pugnan por superarse, hacer lo que deben, y que por ello merecen respeto, siendo Susan Calvin la única persona que lo entiende completamente.
En este sentido, las historias de robots son tal vez una metáfora de nuestra relación con los animales.
Por otro lado, también explicitan lo que Asimov llama el "complejo de Frankenstein", el miedo del hombre a su propia creación.
Cada robot de Asimov es digno de recordar por sus propios méritos.
Jane habla dentro de una caja, porque nadie le ordenó que no lo hiciera. Tony se deja ver besando a su ama, porque sabe que de ese modo le hará bien. Ambos actúan siguiendo las leyes de la robótica, pero son interpretados por las personas como si siguieran emociones humanas.
Uno de las personajes más recordados de Asimov es R. Daneel de "Bovedas de Acero", un robot que guía la historia de la raza humana tratando de protegerla. Se parece a Jenkins de "Ciudad", la novela perruna del otro creador de robots inolvidables Clifford D. Simak.
En estas historias vemos dos ejemplos de cómo las personas no pueden dejar de humanizar a los robots.
A Jane se la considera femenina, por un prejuicio acerca de su modo de pensar. Le ponen una voz femenina, lo que inmediatamente configura la reacción de los hombres hacia ella.
Pero Jane es un robot, con una función y unas leyes para seguir, y eso es lo que hace.
Tony es un robot mayordomo, servicial y dedicado. Entiende que su ama necesita mejorar su autoestima, y para lograrlo genera una situación de romance, donde le confiesa sentimientos confusos y la besa públicamente.
Pero Tony no siente amor, o al menos no como lo haría una persona. Sólo está haciendo lo que tiene que hacer para cumplir las tres leyes.
La mayoría de los cuentos de robots de Asimov discuten este tipo de disyuntivas.
@SeverianX En Satisfación garantizada era imposible no recordar la película Her.
@lasusi @Mariancatt31 es cierto, hay mucho de Asimov en muchas películas en las que aparecen robots o computadoras.
Aunque en realidad creo que "Her" está modelada en "Dora" y "Minerva" las computadoras que se humanizan en "Tiempo para amar", la novela de Robert A. Heinlein.
Dora literalmente se enamora de Lazarus Long y se transforma en una mujer para poder estar con él .
@SeverianX @Mariancatt31 Bueno, quién sabe lo que podría suceder en un futuro.
@SeverianX @Mariancatt31 Pero Intuición femenina me parece un relatazo, hay que ver cómo en tan pocas páginas Asimov nos cuenta cómo somos, los prejuicios que tenemos, nuestra forma de ver las cosas, que no es la mejor que podríamos tener.
En "Bóvedas de acero" aparece R. Daneel, un robot que luego integra todas las historias y novelas posteriores, si bien con otros nombres y/o pasando por persona.
Es todo el tiempo una historia de superación.
Daneel se da cuenta que si siempre debe obedecer a los seres humanos, algunas de las ordenes resultarán en seres humanos lastimados en el futuro, si bien no lastima a nadie concreto en lo inmediato.
Entonces las leyes de la robótica están incompletas, debe haber una ley cero que le impida hacer cosas que dañen a la humanidad.
Como el Jenkins de "Ciudad", Daneel vive 30000 años y le da forma a la historia humana.