En el umbral de los sueños, donde termina la vigilia, existe una posada oculta entre los tinteros del escriba. No soy señor de nada, tan solo soy un viajero, que escapa de los delirios por la gracia de Morfeo. Él me prestó su vieja capa, la que más recuerdos tiene, que me conduce por su reino y a usted también si conmigo viene. Le espero en mi posada donde se cuentan misterios, donde la realidad se mira siempre a través del espejo.
En esta posada, los susurros de las almas perdidas encuentran eco en las paredes gastadas y las sombras bailan al compás de antiguas melodías. Las llamas parpadeantes de las velas iluminan rostros cansados, cada uno con una historia que contar, cada historia un hilo más en el tapiz del destino.
Desde la antigüedad, mi posada ha sido refugio para aquellos cuyos pasos los han llevado más allá de los límites de la realidad conocida. Aquí, las puertas se abren a mundos alternativos, las palabras cobran vida y los sueños tejen realidades imposibles.
Si anhela explorar los confines de su imaginación o si simplemente busca un descanso del peso del mundo, mi posada será su refugio. Un remanso de misterio y maravilla en medio de la monotonía, donde la magia late en cada rincón y la promesa de lo desconocido aguarda tras cada puerta entreabierta.
Bienvenido sea, deje aquí parte de sus miedos y esperanzas.
Judas Priest – Dream Deceiver
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