PARA EL BUEN FUNCIONAMIENTO DE LOS ZOOLÓGICOS
no dé de comer a
animales
máquinas
capitales
rincones
subterfugios
penumbras
inteligencias
enemigos
culebras
amantes sin sal
túneles
costras
charcas
no alimenten a las bestias
que nos matan
se aceptan sacrificios
nada diré
si te dejas devorar
por las flores de plástico
es imposible habitar
un paisaje que tiembla
una catástrofe de gala
es imposible mutar
dentro de una vela
que se consume y agota
la ladera olvida el risco
el risco escupe al cielo
el cielo se derrumba es
imposible soportar
la media vida conforme
a una carne que acata
y se deja ser pozo
patíbulo un cuerpo
sin miembros que late
en la inercia del mundo
desierto es imposible
entender el aullido
de una realidad sin tierra
pero aquí estamos
todo astilla y jaramago
epicentro sin ombligo
aquí mandíbula y renuncia
al juego de la náusea
aquí juntas arrojando
la cáscara de los objetivos
al suelo sin aspiraciones
que se aquieta
de repente lo roto
se recompone
se levanta con tu rostro
se eleva en tu cuerpo
pone una flor sin nombre
para que ascienda
por la garganta del mundo
y te acompase la lengua
con el silencio y los secretos
de los que fueron objeto roto
contra el suelo
añicos
final -descanso- de la cincha
duda borrón fragmentos
regresando a la fractura
lo roto sin lo agrio
se acurruca en la vasija
y espera
no le importa la muerte
sabe la fórmula de la raíz
sabe dónde dejó la tierra
arañada de caminos
sabe que del garabato
el pan
del pan el hambre
y la oportunidad
un hombre que renuncia a su daño
igual que tenemos derecho
y no obligación de perdonar
podemos convertir el rencor
en el primer párrafo del jardín
no quedarnos en el veneno
pero poder esputar esta ruina
dejar de dolernos
del grito al canto y el gañido
caer exhaustos en un charco de justicia
esta mente mueble bar sin costuras
la pulpa reseca de los afectos
desmenuzados reunirnos junto a lo vivo
resto después de tanta ponzoña
desmontar el aguante
y decir
no señor no
encima no voy a tocarle las
palmas
aquí dejo sobre su tumba
las postillas y los muertos
que usted apadrinó cuando aún
tenía voz
esa voz que decidió utilizar
hasta el final
como fortaleza para el privilegio
la neutralidad y la mesura
que nos exigen cuando muere
el poderoso
al poderoso
nadie se la pidió cuando vivía
de la lengua herida en nuestros cuerpos
me gustaría ver fuera
del tiempo la forma
mutante del precipicio
mirar y encontrar primero
un vacío que apacigüe
el bucle de lo común
no ver el sedimento
de los asuntos precipitados
sino el hueco de lo posible
un espacio para lo extraño
el cadáver de las horas
la derrota del hombre cabal
su fuga de la medida y la mesura
ZONA PANTANOSA
por mucho que parezca
que la superficie lo es todo
bajo nuestros pies la caída
madura y macera
cavila se retuerce
se revira inventa escorzos queda
apaciguada de momento
mientras la sangre cuaja
otro cuerpo sin médula
huesos huecos cabeza ariete
que descree de la embestida
vísceras a la espera
de encontrar la caja para latir
se prepara detrás del tiempo
la boca que rasgará el envoltorio
vendremos del núcleo
con la lección aprendida
blandiremos impurezas
seremos incapaces de hacer
desde lo policial complaciente
como un caimán que reposa
sobre la renuncia
con todas las tareas al día
preparado para escupir
en la escama nos esperamos
la barriga contra el légamo
el hambre intacta
de las criaturas sin servidumbre
'y no pasarle la palabra, sino la llaga'.
inventaron el tiempo inhabitable
el cuerpo fue puesto a la luz
el placer dejó de ser un pecado
se nos convirtió en adictos
el deseo se hizo papilla
la vida empezó a administrarse
mientras el bosque perdió
la condición de cuna y refugio
el alivio de su amenaza laberinto
sin orillas ni finales sin fonda
empezamos a sentir
un dolor despuñalado la falta
de origen sin lumbre
la sangre navegándonos el asombro
cuesta arriba
sonrisa de estraza
fe gimnástica y marcial
la condena del control
a cambio de sentido ultraprocesado
la línea recta de la lección
inventaron el ser confortable
y lo usaron para justificar la espina
No os olvidéis jamas de los nunca que
la norma nos esquilma la lengua
nos traza un cuerpo incapaz
seca los pasos y el camino curvo
oxida la cimitarra
extermina al animal que nos lleva
habla por nosotros sin nosotros
morded la mano
rechazad el alimento
mentid cuando estéis
obligados a permanecer en lo cierto
FELICIDAD DE LA IRA
'El miedo ejerce de pastor. Pero no sabes más de ti que un animal absorto sobre el agua'.
por eso pasa tanto
la garganta necesita olvido
purgar la podredumbre de su ascenso
empuñamos la espina decente
y abrimos cremalleras
hacia los territorios de lo dócil
del puño que apoya el cohete
y la carne ya no nutre
elegimos la sima y el chiste
se deshojan los pájaros
todos los niños crecen en fila
inclinados hacia el mismo dolor
'La naturaleza de los cuerpos es fingir la existencia.'
los limacos del desierto
caterva de lenguas en estampida
que no conocen
la sed que aniquilan playa de ojos
juicio sumario trapecio sin finalistas
una placa tras otra una escama
y después una piedra y un susurro
y los tratados inexpugnables
de la fisicidad
es raro que por cada galgo
no aparezca un dueño
desposeído
punteras abajo señal veleta
erección y cuervos
'y mi corazón resbala hacia la astucia'
para protegerse de las carcasas
para escudarse en sus rarezas
para marcar el compás
y enternecerse
'Tú eres voraz en el crepúsculo:'
tomas la coda del rayo que resbala
colina abajo hacia las tumbas
pedregal de los últimos habitantes
que quisieron desentender
en la grima del gozne oxidado
allí la esperas
entre las jambas de tus muslos
un perro roe lo que queda de memoria
'¿Quién habla aún al corazón abrasado cuando la cobardía ha puesto nombre a todas las cosas?'
nadie que no haya sido
perseguido eviscerado maldito
nadie con alguien dentro
infiltrado desollado hecho
trizas de clausura doblegado
no se entregan las formas de amar
a la máquina de coser pátibulos
''¿Quién habla en ti, quién es la forma de tu rostro?
y al llegar a lo que la pregunta vierte
me regocijo bailo sobre el cadáver
obsoleto en su mortaja de baba
los dioses vueltos ascienden
hasta el hueco y la renuncia
'La acusación estuvo demasiado tiempo dentro de tu lengua.'
'Eres tardío como las sustancias destinadas a la dulzura'.
La orfandad de la promesa,
la boca rota de asombro,
otro intento por desasirme
y caer para palpar
lo imposible necesario
fuera del surco del ruido.
lo que no puede ser nombrado
pero sucede en nosotros
sin permiso ni razón sin causa
ante el hombre hecho derecho demasiado
rígido carne de grieta
entre letras en pánico
invocación
tegumento de lo que es
sin poder ser explicado
ni convencido
de ninguna versión del anzuelo
lo que se manifiesta de repente
todo silencio y novedad en la ruina
suceso que emerge del albañal
para derrumbar el número
y derramar el balbuceo
ante la bocas devoradas
hace tropezar los sentidos
cansados de la funda y el corsé
estaca y prólogo
criatura que se acurruca
muy quieta para pasar la noche
lo que nos mantiene
capaces de acariciar la sombra
y de habitar el aliento
eso que ahora dices
sin saber que elevas con tu lengua
la realidad para destrozarla
la contundencia que cierra
espumarajos y repeticiones
la cerrazón del que no sabe
dar su lugar al dolor
del que no aprendió
a mirar lo que se arruina
la rigidez del pontífice
en el cuerpo despiezado
la creencia por delante
para asegurar el martirio
cuando detrás de la seguridad
se acurruca el temor
la boca solo sirve
para insistir en la fractura
NUNCA ES POR TU BIEN
si viene a traer esencia y púlpitos
detrás de esa sonrisa
del martillo que promete
de las buenas intenciones
doble fondo y disimulo
si te deja rastro de ansia
regusto a salvación
o un alivio mezclado con miedo
si en ningún momento se detiene
para recuperar aliento
si desprecia la perspectiva
las hambres y los cantos variables
si se niega a hablar del pálpito
si ya queda poco el último
esfuerzo no te pares no te quejes
no seas blando qué vergüenza
si la música suave acaba
en derrumbe de tímpanos
en grilletes y órdenes
por tu bien sigue que ya estamos
si viene y lo primero que dice es
mérito
esfuerzo
o reino
reservado para los puros
intenta respirar
asomarte al pozo
pedir consejo al ahogado
intenta dar las gracias
y seguir sin norte entre los vivos
no necesito eso que muestras
dile
sé que guardas alacranes
bajo ese plan que necesita
asfaltar la realidad con nuestros huesos
lo que ahora nos atañe
una vez abierta la tripa del caimán
y expuesto el contenido
de sus vísceras sobre la mesa
es decidir qué hacer con la verdad
con el hecho de que jamás sabremos
dónde
están los que se llevó el río
podríamos destripar a todas las bestias
extirpar sus dientes afilados
pero no encontraríamos los cuerpos
podríamos peinar las orillas hasta hacerlas vomitar
pero no encontraríamos sus voces
podríamos drenar el cauce
podríamos evaporar las aguas
levantar todas los pedruscos del lecho
y no los encontraríamos
los muertos se fueron por voluntad propia
en sus coches fúnebres
hacia el comienzo de la sal y el horizonte
lo que ahora nos atañe
es decidir el momento de parar
dejar de buscar la culpa
y zambullirnos en lo que queda de río
para alimentarlo
con los restos de lumbre
y las palabras enganchadas en los juncos
no quiero exorcismos
ni sumideros ni símiles
con ollas a presión
ni cohetes ni fuegos fatuos de artificio
no quiero tragar en enésimo corazón roto
no quiero exaltados ni virtuosos del pastiche
ni trileros ni tísicos
no quiero sanar ni que me toque
sostener el concepto empalagoso
ni amar mejor ni decorar
las bodas y las caries
para ti la palabra precisa
solo quiero tumulto
disolución de los cuerpos
deseos pudriéndose
no quiero que vengas con un candado
tan lleno de límites
a limpiar el atrevimiento de mi boca
un oso recorre los campos de colza
las acequias los bancales en barbecho
husmea las primeras flores de los jardines
el olor neutro de los hombres
intuye un mundo que se acaba
el grajo grazna un cuento
sobre cebos y finales
venimos de ese borrón amarillo
nos apagamos
cuando entramos sin piel
y la ciudad nos devora
nos llama sus hijos
nos trata como bestias sin cuerpo
atrás se queda la bandada
cuidando de los regresos
sosteniendo en el pico las rutas
para el arrepentimiento y la huida
un oso toma la dirección que lo aleja
de los muros y lo encamina
a la boca espesa del bosque
un grajo vigía se posa
a reír sobre la primera rama
tiene que haber algo más
lo noto en vosotras
en el poso de salitre
en el brillo entre cenizas
en la inmunidad a la inercia
en la forma de deshaceros
en el gusto por los atajos
tiene que haber
detrás o durante
algo más que la rueda
y esta lección apulgarada
de la que nos reímos
juntas
desde la última fila
MOTIVOS
solo quiero que quepas
que nos aliviemos sin grito
que ascienda o encuentre
el acceso vedado al centro
que en ti mi yo se disuelva
ofrecerte un estar sin hacer
punto cardinal del balbuceo
soltar más los cabos díscolos
contemplar desde tus ojos
el perfume de las jaras
solo quiero que te sirva
de refugio y de alivio
de llave y daga y saliva
de hito para desorientarte
y tocar la panza del abismo
solo quiero que tengas
en mis palabras una alforja
y que me ayudes a cargar
la losa de las estancias rígidas
sentarnos en lo cítrico
a contemplar el borbotón
y la luz lamiendo la libélula
solo quiero seguir caminando
destapar el sepulcro
para desmentir maldiciones
solo quiero decir para vislumbrar
todo lo que cayó al suelo
ya maduro para ser levantado
y alimentar con la verdad de lo que empieza
a pudrirse
a la criatura que inventa un lenguaje
solo quiero dejarte mi duda
abierta como un sacrificio
jocosa como un abrevadero
no para que zurzas soluciones
sino para que me encuentres
sin nombre ni rostro
en los pasos que sospechas
no son solo tus pasos
rumiar no es pensar
ese resto machacado de ideas
que se lleva el viento
esos dientes desgastados
sus chirridos
el estupor del cuerpo incapaz
de deslizarse en las horas
pensar hasta que duela
es la señal
de que debemos abandonarnos
