El poder interior femenino
(por Mélzefynn)
Viernes, 8 de marzo de 2024
¡Saludos, estimados lectores!
Espero que su primera semana del tercer mes del año, haya sido transitada con el mayor de los éxitos.
Hoy quiero hablar de la mujer, pero no de la forma típica en la que lo hacen todos por el 8 de marzo. Hoy quiero hablar de la mujer, pero desde una perspectiva mística.
No me cabe la menor duda de que es creación divina, porque la fuerza que hay en su interior es inquebrantable, digna de ser admirada y elogiada por el resto. Desde muy pequeña, la mujer sabe que lleva consigo esta fuerza en su interior; es como el corazón que da vida a los seres que están en todas partes, o el motor para que los vehículos funcionen correctamente.
A medida que crece, la mujer se enfrenta a diferentes desafíos que la va fortaleciendo. Y no hablo de la llegada del periodo menstrual o convertirse en mamá; es mucho más que eso: Hablo de la primera vez en la que alguien le rompe el corazón sin piedad, la primera vez en la que sus sentimientos no fueron reciprocados; la primera vez en la que una amistad le falló, la primera vez que fue traicionada por la persona en la que más confiaba. La primera vez en la que no supo definir sus sentimientos, porque jamás immaginó que experimentaría la tristeza o el dolor en su ser. La primera vez que ha llorado en silencio, lejos de las miradas juzgantes de quienes minimizan las emociones ajenas; pero que cuando se tratan de las propias, esperan recibir entendimiento.
Con los años, la mujer ha tenido que aprender a enfrentarse a los obstáculos de la vida, primero sola y después acompañada por personas que han sabido estar a su lado cuando más lo necesitaba, demostrándole que la quieren de verdad. Ella aprendió que por más acompañada que esté, si no da el primer paso, nadie más podrá darlo en su lugar por mucho que la ame.
Puedes ver a una fémina y pensar: "¡Wow! ¡Qué dama más alegre! Seguro ha tenido una vida fácil". No, no existen las vidas fáciles, señores; nadie la ha tenido.
La mujer que hoy sonríe por todo lo alto, impartiendo alegría a su alrededor y motivación a quienes le faltan, es la que incontables veces ha llorado en secreto, preguntándose porqué: "¿Por qué me pasa esto? ¿Por qué la gente es injusta conmigo? ¿Por qué me pagan de la peor forma? Si yo no he hecho nada para merecer esto...". Esa mujer que ves frente a ti, tocándote con la luz que esparse por doquier, es la que muchas veces quiso renunciar a todo y darse por vencida.
No obstante, algo en su interior le decía que la tormenta acabaría, que hoy vería nubes en su panorama, pero que mañana estará con el sol acariciando sus cedozas mejillas. Algo en su interior le recuerda que lo malo no dura para siempre, y que las cosas se irán acomodando a su debido tiempo. Muchos lo llaman intuisión; yo, en cambio, elijo llamarlo "Poder interior femenino", el verdadero y principal don de las mujeres.
La mujer Transgénero, es tan idéntica a las demás; porque mujer no se nace, se hace. La feminidad no se encuentra en la biología, sino en la esencia de un individuo. La sociedad no te define como mujer y jamás lo hará, pues no está en su derecho; solo tú puedes hacerlo, tú y nadie más que tú.
Cada día, la mujer Transgénero es señalada constantemente por ser diferente a las demás, sufriendo mucho por ello, siendo más veces de las que han expresado. Debido a esto, en muchas ocasiones pensaron en acabar con su existencia en el plano terrenal. Es allí cuando su círculo cercano cumple una función importante, pues al saber que no está sola, la mujer Transgénero se levanta y continúa caminando con la cabeza en alto. Las palabras de aliento que reciben, son como esos suplementos vitamínicos que consumimos en algunas ocasiones para recobrar fuerza y energía.
Cada mujer que estuvo, está y estará en este y en todos los planos, es una guerrera: No importa como sea su cuerpo, sino como sea su espíritu. La espada que usa para combatir, es el poder femenino que se halla en su interior; es la más efectiva de sus armas, y la mejor que podría tener para afrontarse a las adversidades. La mujer será siempre vencedora, jamás vencida. Ha sido creada con el propósito de cambiar la historia y enseñarnos una valiosa lección: No importa la contextura física, ni las circunstancias de la vida. Nadie es más o menos que el otro; todos somos fuertes.
¡Feliz día, amadas y hermosas mujeres!
¡Un abrazo de luz! Melany.