Dicho de otro modo: la democracia es un lujo burgués, cuando uno se enfrenta a situaciones de vida o muerte, no hay lugar para la democracia.
Una de las peores consecuencias del capitalismo es que la clase dirigente no tiene la capacidad ni la vocación para hacerse cargo de las crisis.
Hemos inventado la idea de que son los gobiernos "democráticos" y no la burguesía que domina el mundo los que deben lidiar con los problemas causados por esa burguesía, como el cambio climático.
Ningún jefe autocrata de la historia tuvo ese lujo.