El 28 de enero de 1896: en East Peckham (condado de Kent, Inglaterra), Walter Arnold, perseguido por un policía en bicicleta, se convierte en la primera persona multada por exceso de velocidad (13 km/h). En esa época, el límite de velocidad en aquél tramo era de 3,2 km/h. Arnold tuvo la mala suerte de ser detectado en aquel momento, puesto que más tarde, ese mismo año, la velocidad máxima de los vehículos se elevó hasta los 24 km/h.