Además, el modo de hacerse ver es hacerse matar, y con el horror de su muerte despertar a una humanidad dormida en su utopía enajenante.
Y mostrar amor mientras los matan, algo característico de los animales a los que desde siempre usamos pero en quienes pocas veces reparamos.
Y en el último siglo la vida urbana nos ha alejado aún más de las otras especies, tengo amigos tan ajenos a la experiencia que me parecen amputados, incompletos, heridos de por vida.
Me parece una historia hermosa.