El lado que menos me gusta de Mastodon es que hay una tradición, por parte de los mastodontes más antiguos, de deplorar cualquier conversación demasiado sería o demandado profunda.
Entiendo que es un poco el miedo "a que esto se transforme en Tuiter", pero me parece a mi que no están entendiendo la causas, corporativas y políticas, que llevaron esa red al colapso moral que es hoy.
No hay ninguna contradicción entre venir aquí a relajarse y a la vez tener conversaciones serias, largas, y profundas. Todos hemos tenido grandes intercambios sobre temas comokejísimos entre pintas de cerveza en algún bar barato, y nunca salimos de allí menos relajados.