La solicitud fue presentada el 7 de febrero del año 1876. Pero eso no significó que hubiese sido el creador del invento. Es que Alexander Graham Bell registró una patente que realmente no describía el teléfono pero se refería a él. Al enterarse Antonio Meucci, verdadero padre del aparato, inició una serie de acciones para que se reconozca su autoría sobre lo que él había llamado teletrófono y del que apenas había podido presentar un anuncio de invención por no contar con el dinero para poder patentarlo. Un par de hechos “curiosos” le fueron negando su reclamo: su abogado nunca lo llevo adelante y la documentación presentada sobre su “telégrafo parlante” se “había perdido”. Tiempo después, demandó por “fraude y falsedad” al inventor escocés que con diferentes recursos procesales fue estirando la sentencia, que llegaría definitivamente en 1887. Lamentablemente, Meucci no llegó a beneficiarse de ella, moriría dos años más tarde pobre y sin el reconocimiento de su talento. Tendrían que pasar 113 años para que el Congreso Estadounidense aceptara la autoría del italiano mediante una resolución.
#EfemeridesRock
Pero hablando de cosas más terrenales ¿Quién nunca esperó esa llamada deseada? ¿Quién nunca atendió el teléfono esperando que la voz del otro lado fuese la que nos acelerara un poco el corazón? Ese es el anhelo que #Blondie nos relata en #CallMe el tema elegido para distinguir a Antonio Meucci. https://www.youtube.com/watch?v=StKVS0eI85I