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La etimología de su nombre, hace referencia a los malestares que sufrió María mientras Jesús iba rumbo a la crucifixión. Y vaya si Dolores O´Riordan, fallecida cuatro años atrás, tuvo padecimientos a lo largo de su vida. Desde la infancia, tuvo que lidiar con los más diversos traumas familiares que fueron tallando su particular personalidad donde la depresión y la anorexia tuvieron un papel fundamental. Y sería el canto, esa expresión del alma, donde encontraría refugio desde su niñez. Pero con la llegada del éxito volvería el tormento. Ya adulta, con hijos, el deseo de ser una madre normal también machacó su agrietada sensibilidad. Nos queda su voz potente y deslumbrante. También su refinado rostro resaltado por ese corte varonil con la que la conocimos. Y como ocurre con tantos otros que se han ido demasiado pronto, escucharla será vernos a nosotros mismos porque en su voz retumbarán nuestros propios recuerdos.
#EfemeridesRock